Hasta Siempre, Juan Carlos.
Esta mañana nos despertábamos con la triste noticia del fallecimiento de D. Juan Carlos Naranjo Fernández. A continuación les dejamos un breve texto escrito por el Vice-Presidente de la Asociación de Cofradías, D. Carlos Lillo Talavera despidiéndose de él.
Hoy se nos ha ido un grande. Una de las personas que introdujo el bendito arte del costal en Ciudad Real y que trabajó los pasos por dentro y por fuera ha sido llamado por el ángel listero de la igualá de Dios. Ya tiene hueco en la cuadrilla eterna del Cielo y allí permanecerá por siempre junto su Consuelo del alma, Madre de Dios y nuestra que despertó en él su mayor devoción.
La palabra “Gracias” le viene corta por todo lo que nos enseñó, por todo lo que disfrutamos con él, por su temple, por su gallardía, por su zancada firme y de frente, por su forma de mandar en el martillo y por el legado que nos deja en el mundo del costal. Se nos ha ido quien fuera un gran costalero y un gran capataz.
Hoy los Dolores del Cerro, el Prendimiento de un barrio, la Virgen de las Angustias de la Merced, la Caridad del Dios de Santiago y el Consuelo de María visten de terno negro y mandan la chicotá eterna que ha empezado este maestro.
Descansa en paz, capataz. Hoy no hablo por mí, hablo por tus costaleros, por tus legionarios percheleros, por todos los que fuimos tus amigos y compañeros. Hoy somos nosotros los que tocamos el martillo porque tu ida de este mundo, amigo mío, no es un “Ahí quedó”, tu ida es una levantá de pura raza costalera y de zancada valiente hacia el Cielo al encuentro de tu Consuelo.
Requiescat in Pacem, Juan Carlos Naranjo Fernández.
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